DUDAS


Hace muchos años , un gran filósofo oriental, hablaba con dos de sus mejores discípulos , después de hablar durante mucho tiempo , uno se acercó y le dijo :
Maestro: tengo muchas dudas sobre lo que me termina de enseñar
El maestro le respondió: aprenderás bastante.
El segundo se le acercó y le dijo:
Maestro : no tengo ninguna duda.
El maestro agacho un poco la cabeza y le dijo, jamás aprenderás nada y le explicó:
El que duda busca; el que no duda piensa que lo ha encontrado todo ya, y entonces deja de pensar. La incertidumbre del que duda enseña más que la certeza del que cree saberlo todo. La duda nos hace humildes; de la absoluta certidumbre nace la soberbia.
Tienes razón , contestaron los alumnos.
Y el maestro contestó:
Lo dudo.
Cuando dudamos nuestra vida se atasca en un proceso de incertidumbres, sin encontrar una solución. Dudamos por que tememos poner a prueba nuestras capacidades. Dudamos porque esencialmente somos débiles y tenemos inclinación hacía la decepción hacía nosotros mismos. Es entonces cuando debemos poner en marcha nuestro mecanismo de búsqueda, me gusta que las dudas me visiten, no que se queden a vivir, no temo a la duda, temo a no querer disiparla, temo a no dudar que dudo. La duda es la gran escuela de la verdad, sólo cuando caemos en dudas, y no investigamos podemos caer en injusticias, las dudas nos llevan hacía las reflexiones, y las reflexiones hacía la verdad. Hay quien piensa que dudar es de débiles, de falta de autoestima, que se ha perdido el sentido de dirección y de dsiposición en la vida. La duda entre otras cosas, hizo al hombre

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